Un padre de buena posición económica, queriendo que su hijo supiera lo que es ser pobre, decide llevarlo y dejarlo por unos días viviendo con una familia campesina.
Cuando fue a buscarlo, estando en el auto y de regreso a la ciudad, el padre le preguntó a su hijo:
Que te pareció la experiencia? … Buena, contestó el hijo con la mirada puesta en la distancia.
Y que aprendiste? Insistió el padre…
El hijo le contestó:
Que nosotros tenemos un perro y ellos tienen cuatro… que tenemos una pileta con agua estancada que ocupa la mitad de nuestro jardín…. y ellos tienen un río sin fin con agua cristalina que corre, lleno de peces, berro y otras bellezas.
Que nosotros importamos lámparas de China para alumbrar nuestro jardín por las noches… mientras que ellos se alumbran con las estrellas y la luna.
Que nuestro patio llega hasta el cerco y la medianera del vecino… y el de ellos llega al horizonte.
Que nosotros compramos nuestra comida…y ellos siembran y cosechan con amor la propia.
Que nosotros oímos MP4 y ellos escuchan una perpetua sinfonía de sonidos de pájaros y animales de todo tipo, del viento y de la lluvia, y de los vecinos cuando trabajan su monte.
Que nosotros cocinamos a gas, o electricidad… mientras que ellos todo lo que comen tiene el sabor del fogón y de la leña.
Que nosotros para protegernos vivimos rodeados de alarmas, muros y personal de seguridad… y ellos viven con sus puertas abiertas, protegidos por la amistad de sus vecinos.
Que nosotros vivimos conectados al celular, a la computadora, a Internet, al televisor y al I-phone y ellos en cambio están «conectados» a la vida, al cielo, al sol, al agua y al río, a las estrellas, a los animales, al monte, a sus sembrados, a su gente y a sus familias.
Y el hijo terminó:
Gracias Papá por enseñarme lo pobres que somos… Cada día estamos más pobres de espíritu, y de apreciación de los animales y la naturaleza… Nos preocupamos por TENER, TENER y más TENER, en vez de preocuparnos por SER…
Dejemos siempre abiertos los ojos del corazón…para ver lo realmente importante y valioso de esta vida…
Eliana SerranoVer más
Cuando fue a buscarlo, estando en el auto y de regreso a la ciudad, el padre le preguntó a su hijo:
Que te pareció la experiencia? … Buena, contestó el hijo con la mirada puesta en la distancia.
Y que aprendiste? Insistió el padre…
El hijo le contestó:
Que nosotros tenemos un perro y ellos tienen cuatro… que tenemos una pileta con agua estancada que ocupa la mitad de nuestro jardín…. y ellos tienen un río sin fin con agua cristalina que corre, lleno de peces, berro y otras bellezas.
Que nosotros importamos lámparas de China para alumbrar nuestro jardín por las noches… mientras que ellos se alumbran con las estrellas y la luna.
Que nuestro patio llega hasta el cerco y la medianera del vecino… y el de ellos llega al horizonte.
Que nosotros compramos nuestra comida…y ellos siembran y cosechan con amor la propia.
Que nosotros oímos MP4 y ellos escuchan una perpetua sinfonía de sonidos de pájaros y animales de todo tipo, del viento y de la lluvia, y de los vecinos cuando trabajan su monte.
Que nosotros cocinamos a gas, o electricidad… mientras que ellos todo lo que comen tiene el sabor del fogón y de la leña.
Que nosotros para protegernos vivimos rodeados de alarmas, muros y personal de seguridad… y ellos viven con sus puertas abiertas, protegidos por la amistad de sus vecinos.
Que nosotros vivimos conectados al celular, a la computadora, a Internet, al televisor y al I-phone y ellos en cambio están «conectados» a la vida, al cielo, al sol, al agua y al río, a las estrellas, a los animales, al monte, a sus sembrados, a su gente y a sus familias.
Y el hijo terminó:
Gracias Papá por enseñarme lo pobres que somos… Cada día estamos más pobres de espíritu, y de apreciación de los animales y la naturaleza… Nos preocupamos por TENER, TENER y más TENER, en vez de preocuparnos por SER…
Dejemos siempre abiertos los ojos del corazón…para ver lo realmente importante y valioso de esta vida…
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